Hacienda Tierra Blanca

Agradecer al equipo de Tierra Blanca cada una de las veces que soportasteis nuestras llamadas, dudas, dilemas. Porque ninguno de los dos somos de la zona, y no habíamos ido nunca a una boda allí. ¡Pues volveríamos a repetir! Sin palabras. La amabilidad, formalidad, cercanía y profesionalidad definen a estos profesionales. Aún hoy nos paran por la calle para darnos la enhorabuena por la boda, y recalcan lo bien que comieron, lo bien que les atendieron en todo momento, y el lugar tan bonito y confortable. Paco y María estuvieron en todo momento atentos a nuestras peticiones y solucionando cualquier imprevisto de los invitados al instante. Se comunican por audífonos y están muy coordinados. Gracias también a cocineros y camareros porque la comida y el servicio fueron exquisitos. Muy amables, repito, todo el mundo nos lo ha dicho. Que los camareros de 10 en atención, sonrisa y amabilidad. La hacienda os monta la ceremonia civil con muchísimo gusto, y así estáis libres de pagos exagerados que piden floristas o decoradores. Poniendo sillas de palillería sin cobrar un adicional. La recepción ya tiene sombrillas, y no tenéis que alquilar toldos. Tienen hilo musical en toda la hacienda, ambientando el día con muchísimo gusto. Las zonas son muy espaciosas y están repletas de sillas, mesas y detalles decorativos. Por lo que no veréis un rincón sin detalle y a ningún invitado quejándose de no poder sentarse cómodamente durante la recepción, barra libre o incluso cuando quieren salir a fumar hay una zona amplia, espaciosa y muy bonita. Cerca hay un parque infantil y amplias zonas para que los niños estén entretenidos con facilidad. Los baños, amplios y muy limpios en todo momento, porque hay siempre personas pendientes de la limpieza. Así como guardarropa sin coste adicional para acomodar chaquetas, zapatos, etc. La cerveza fresquista, y el aire acondicionado tanto en el salón como en la barra libre, fenomenal. Contentísimos. No tenemos palabras. Hicieron que nuestro día fuese maravilloso.